Crónica: Infinity Noise Fest
- emiliorodriguez806
- 31 ene 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 1 feb 2018
El cumpleaños de Felipe, el nuevo disco de Tripulación de Osos, bandas con sonidos estridentes, y lo que parecía ser un festival prometedor, el Infinity Noise Fest, en Riobamba, dejó mucho que desear por problemas técnicos.

La hacienda Manolas, un espacio cómodo para sentirte libre, fue “invadido” el sábado 27 de enero por bandas con inmenso potencial, puestos de tatuajes, cómics, food trucks, gente amante de la música, una tienda de ropa y hasta Juana Monks invitada para responder preguntas y tomarse fotos con sus fans.
Al principio, a nadie parecía molestarle que el concierto se haya retrasado y que los grupos estén haciendo pruebas de sonido a las tres y media de la tarde, horas en la que debía comenzar el festival. La causa fue un corte de luz que obligó a los organizadores a buscar un generador, además faltaban equipos backline, el principal motivo de la demora es que antes de comenzar un concierto es necesario que las bandas hagan pruebas de sonido. No todos alcanzaron a realizarlas. A grupos como Telemaco y El Imaginario, por ejemplo, no les quedó tiempo; el último grupo en hacer pruebas fue Evha.

Por fin subió al escenario El imaginario, la banda local que mostró armonía y ritmo en la tarima, le siguió La Vie N Roll, con una fusión de trompeta y piano.
Los primeros pogos del día fueron gracias a Telemaco, banda guayaquileña que regaló de una manera original llaveros a sus fans, escondiéndolos en sitios estratégicos del festival para quien los encuentre.


Fue el turno de los cuencanos Letelefono, con su característica mascota 'Larry' la llama, que voló por los aires. El vocalista Leo Espinoza se sintió emocionado por ser la primera vez que el grupo toca en Riobamba y aprovechó para invitar al cumpleañero, Felipe Lizarzaburu (vocalista de La Máquina Camaleón) para cantar 'Empate', canción que crearon juntos.

El General Villamil impuso presencia con su música y fue de las pocas bandas que tocaron su repertorio completo, también invitó a Felipe al escenario.
A medida que avanzó el evento, se sentía la presión por parte de los músicos y el público, la mayoría de bandas no pudieron tocar todas sus canciones y lo expresaron varias veces en el escenario repitiendo "los sentimos pero no es nuestra culpa".

También el público expresó su descontento, pero a muchos se sintieron cómodos en el espacio escogido para el show.
Pamela Garrido, asistente al festival, dijo "la organización me parece pésima, abrieron las puertas una hora más tarde, eran tres bandas que hicieron las pruebas de sonido y ninguna comenzó, me parece una falta de respeto a los músicos y al público".
"El lugar está bonito, solo pido que se organicen en explicar cómo van a ser las localidades para no gastar dinero en vip", dijo Josué Quito. No todos demostraron sentirse molestos, como fue el caso de Sofía Ávalos, "el lugar me parece el adecuado, músicos de calidad, vale la pena estar aquí si disfrutas de la música", expresó.
Llegó el momento de la presentación de Evha, que hizo temblar los parlantes con una mezcla de electrónica, sonidos de la naturaleza y los tambores de Mateo Kingman.
La Madre Tirana hizo corear al público con su sencillo 'Alferecía' y Tripulación de Osos cantó canciones de su nuevo disco 'Reales Tamarindos'.

Finalmente llegó La Máquina Camaleón, que como el resto de artistas tuvo problemas para conectar sus equipos. Era aproximadamente la una de la mañana y la gente le gritaba a Felipe, "feliz cumpleaños", a lo que respondió, "gracias pero se demoraron tanto que mi cumpleaños fue ayer".

'El Camaleón' ofreció un estilo diferente del performance acostumbrado y dijo: “Vamos a tocar un set de versiones lentas de canciones rápidas”. Las personas que se quedaron hasta el final prendieron fogatas en sectores lejanos al escenario, a las que se unieron integrantes de algunas bandas en el momento más relajante de todo el festival. (F)
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